Construyendo resiliencia: Enfoques para gestionar riesgos en la producción agropecuaria
Dec 25, 2024
El sector agropecuario enfrenta una variedad de riesgos que pueden comprometer su sostenibilidad. Este artículo analiza cómo gestionarlos estratégicamente para fortalecer la resiliencia y garantizar un futuro más seguro.
Una mirada integral a los riesgos
Los riesgos en la producción agropecuaria abarcan distintos aspectos que se pueden clasificar en cuatro categorías principales:
- Humanos: Accidentes, enfermedades o problemas de salud de los productores, que afectan directamente la continuidad operativa.
- Sociales y políticos: Cambios regulatorios, conflictos sociales, delincuencia o inestabilidad política, que generan incertidumbre en el entorno productivo.
- Económicos: Fluctuaciones en precios y tipos de cambio, factores clave en mercados globales cada vez más interconectados.
- Productivos: Desafíos como eventos climáticos extremos, plagas, enfermedades y problemas tecnológicos que inciden directamente en los resultados de los cultivos.
Cada agroempresa enfrenta estos riesgos en distintos grados, dependiendo de factores como su ubicación, infraestructura y capacidad de respuesta. Estas condiciones particulares determinan el nivel de amenaza, vulnerabilidad y resiliencia de cada sistema productivo.
Variabilidad e incertidumbre: conceptos clave en la gestión de riesgos
La gestión de riesgos en la agroindustria requiere una comprensión profunda de dos conceptos fundamentales: variabilidad e incertidumbre.
Variabilidad
La variabilidad se refiere a cambios que, aunque pueden ser significativos, suelen seguir patrones identificables o relativamente predecibles en el tiempo. Esto incluye fenómenos como El Niño y La Niña, pero también otras fluctuaciones cíclicas y estacionales relacionadas con factores climáticos, productivos o de mercado.
Por ejemplo:
- Mercado del aguacate Hass: En Estados Unidos, los precios fluctúan debido a variaciones en la oferta de grandes países productores como México. Estas fluctuaciones, aunque no están directamente ligadas al clima, responden a dinámicas de mercado que pueden anticiparse con datos históricos. Una estrategia efectiva para mitigar su impacto es diversificar inversiones en países con diferentes ventanas de cosecha o explorar mercados alternativos en temporadas de precios bajos.
- Producción de caña de azúcar: Este cultivo presenta fluctuaciones de rendimiento que dependen de la combinación de prácticas de manejo, inversiones y condiciones climáticas. Conocer estas combinaciones permite identificar los factores que maximizan los rendimientos en ciclos favorables y mitigar las pérdidas en años menos favorables.
La clave está en analizar los datos históricos y emplear modelos predictivos que permitan a las empresas diseñar estrategias adaptadas a las características de cada cultivo y mercado.
Incertidumbre
La incertidumbre, en contraste, se asocia con eventos extremos e impredecibles que tienen un impacto significativo y que generalmente están fuera del control directo de la agroempresa.
Un ejemplo representativo de este tipo de eventos son las precipitaciones de alta intensidad en periodos muy cortos de tiempo, que suelen analizarse en "periodos móviles". Por ejemplo, precipitaciones acumuladas que superen los 160 mm en cinco días pueden considerarse eventos de gran magnitud para ciertas regiones, capaces de causar daños severos en cultivos e infraestructura. Aunque estos eventos son extremadamente raros, con una frecuencia estimada de 0.02 veces en 100, para el caso del ejemplo, presentan importantes desafíos técnicos para su modelado. Este reto radica en que dependen de supuestos que no siempre capturan con precisión los extremos climáticos, especialmente en un contexto de cambio climático, donde la frecuencia y severidad de estos fenómenos tienden a incrementarse. Esto subraya la necesidad de estrategias estructurales robustas y sistemas de respuesta que minimicen el impacto de eventos sin precedentes históricos.
Estrategias para una gestión efectiva de riesgos
La gestión de riesgos agropecuarios implica una combinación de acciones internas y colaboraciones externas:
- Acciones internas:
- Implementación de mejoras tecnológicas y prácticas sostenibles en los sistemas productivos.
- Capacitación del personal en la identificación y mitigación de riesgos.
- Colaboraciones externas:
- Fomentar alianzas público-privadas que impulsen el desarrollo de infraestructura, contratos de futuros, acceso al crédito y seguros agropecuarios.
- Implementación de modelos innovadores, como seguros paramétricos basados en datos objetivos, que ofrecen respuestas rápidas y justas frente a eventos extremos.
Un ejemplo concreto de este enfoque es el fortalecimiento de los procesos de análisis de riesgo en zonas propensas a inundaciones. Esto incluye la identificación de áreas vulnerables mediante herramientas de modelado geoespacial, evaluaciones hídricas y estudios climáticos detallados. A partir de este análisis, se pueden implementar medidas como ajustes en los calendarios de siembra y selección de cultivos más resistentes. Estas estrategias no solo mitigan los posibles daños en cultivos e infraestructura, sino que también permiten a las agroempresas anticiparse y adaptarse de manera efectiva a los riesgos identificados.
Innterra: Innovación al servicio de la resiliencia agropecuaria
En Innterra, entendemos que la gestión de riesgos en el sector agropecuario no solo es un desafío, sino una oportunidad para transformar la industria. Nuestro portafolio incluye soluciones tecnológicas avanzadas, como herramientas de monitoreo climático, diseño de seguros paramétricos y plataformas de análisis de datos, que permiten a nuestros clientes tomar decisiones informadas y eficaces.
Nuestra misión es fortalecer la resiliencia del sector agropecuario mediante un enfoque innovador y colaborativo. Creemos firmemente que, trabajando juntos, podemos garantizar un futuro sostenible para la producción agropecuaria, enfrentando los desafíos con soluciones que marcan la diferencia.